Hasta siempre, FLEMING...
Tal día como hoy, hace exactamente un mes, FLEMING llegaba a
APANOT. Estaba completamente lleno de nudos, y bajo esos enredos se encontraba
un cuerpecito enclenque y frágil, y repartidas algunas heridas.
A primera vista nos pareciste un peludo simplemente descolocado,
y con el miedo clásico de todos los recién llegados, pero lo que no sabíamos
era que tus peores heridas, pequeño tembloroso, venían desde lo más profundo de tu
alma...

¿Sabes qué?, te teníamos guardado un regalo de cumpleaños. Tu caso
llegó a cientos de personas, y un hada madrina te tenía como sorpresa
un hogar. Te prometo que nos dimos prisa, pero aun así llegamos tarde…
Y es que no pudimos hacer más, sencillamente porque tu nombre ya estaba escrito en el calendario de los desafortunados. Llegaste débil, pero aguantaste porque habías sido el ángel elegido para entrar en nuestras vidas, y enseñarnos la siguiente lección.
No podías irte sin antes saber qué se sentía al vivir rodeado de amor, de cariño, de protección, de respeto, de calor. Tu destino era no irte sin antes haber saboreado esos reconfortantes paseos por los montes de Icod, así fueran en brazos, como el príncipe azul que eras. Esos últimos brazos que, sin saberlo, preparaban tu equipaje, y te dieron la fuerza y el aliento que tu mirada perdida pedía a gritos, para poder partir en paz...
“Hay animales que pasan por la vida sin hacer ruido, como
pidiendo disculpas por haber existido... y se van".
Dentro de tu cestita, tranquilito y durmiendo, dejaste de temblar.
Dentro de tu cestita, tranquilito y durmiendo, por fin Descansaste En Paz...
Hasta siempre, dulce FLEMING, desde hoy la estrellita más parpadeante en el cielo de APANOT...
"Y les decimos hasta luego, porque sabemos que volveremos a encontrarnos en otro momento, porque los seres que se aman nunca se pueden separar del todo".
