MARS, ¡adoptada!
MARS es todo un ejemplo en todos los sentidos, para lo bueno y para lo malo.
Ella nació aquí, hija de Raida, en un lluvioso día de abril de 2003, junto con otras dos hermanas, unas chocolatinas adorables y hubo quién no se resistió ante sus encantos, así que siendo una cachorra de dos meses y medio fue adoptada en el Puerto de la Cruz. Era una gran noticia para los apanoteros, sin embargo no sabíamos que serviría de ejemplo de lo que nunca debemos hacer ya que un año después, cuando la cachorra dejo de serlo, fue devuelta al refugio, la razón es que "no se adapta", que "si está un día entero sin salir me destroza todo o no para de llorar", estaba claro que eran razones más que sobradas para pensar que era culpa de la perra y, por ello, debían castigarle con echarla de la familia (entiéndase la ironía).
Pues nuestra chocolatina azabache volvió a un jaulón, bueno en realidad, era la primera vez que era consciente de estar en uno ya que salió del refugio extremadamente joven.
En el jaulón ya no lo estaba pasando lo que se dice bien, ya que tenía "problemillas" con otros peludos del jaulón y cuando estaban los nervios de punta (principalmente los domingos a la hora de salir a darse el paseo) era una de las que salía mal parada si los voluntarios no estaban muy atentos. Después, durante el paseo, se mostraba cariñosa, obediente, juguetona... una perrita ideal.
Por fin, alguien se fijó en ella y supo ver todo lo que nosotros en el refugio ya habíamos visto, así que desde la semana pasada vive en Icod de los Vinos con Ángeles y Teresa, sus padres, tres perros, 1 loro y gatos, y se ha adaptado perfectamente, está demostrando que nunca debió volver, pero tenemos que ser conscientes de que si lo hizo es que su primera familia no se merecía tener un peludo.
Por toda esta historia, MARS, ¡te toca ser feliz!