HASTA SIEMPRE OTO...
"Te decimos hasta luego, porque a los seres a los que se ama nunca se les despide del todo..."
Después de 10 años de mala vida, Oto llegó a nuestro refugio en 2013 en muy mal estado tanto físico como anímico, nos preocupaban sus enfermedades pero sobre todo nos dolía verlo sin ganas de vivir.
Con el paso de las semanas Oto fue conociendo otra vida, estaba en un refugio pero rodeado del cariño y los mimos de Karmen, Nils y todos los voluntarios. Con el paso de los años se convirtió en uno de los abuelitos preferidos de todos por su simpatía, su cariño, sus trastadas... recordamos a muchos voluntarios cada domingo, rifándose el turno a ver quién podía sacarlo para darse un tranquilo paseo por el monte, que seguro siempre terminaba con una sesión de caricias y golosinas.
Siempre tuvo un estado de salud especial, pero como buen luchador que era aguantó sus achaques hasta los últimos meses de 2018 en los que empezó a empeorar. Nunca tendremos palabras de agradecimiento suficientes para la familia Blasco-Quirantes, que no lo pensó ni un segundo a la hora de llevarse a Oto a casa y adoptarlo para que tuviera algo más de tranquilidad en este momento que todos veíamos llegar.
Oto ha disfrutado de 3 meses de amor, cuidados y tranquilidad, pudo conocer la sensación de subir la salida del refu por última vez y tener una cama con su nombre, y cuando ya había completado su lista de "cosas por hacer" le hizo saber a su familia que estaba listo para irse, bien rodeado y acompañado hasta el final, como estuvo desde el primer día que llegó al refugio...
Oto ha sido el abuelo de todos, y ya será para siempre otra estrellita apanotera que brilla con fuerza en el cielo de Llanito Perera.