Hasta luego ADAIA
"ADAIA". Amadrinada por Adaia Calderó.
Nuestra abuelita siempre fue un alma libre, un día la encontramos en la calle, pensamos que estaba perdida y jamás nadie la reclamó, hasta que un buen día durante el paseo, desapareció.
Quisimos pensar que quizá era de alguien de la zona que la dejaba salir sola y ella decidió volver a su antigua casa, al poco tiempo estaba otra vez en la calle, pero esta vez no nos huía sino que alegremente se vino con nosotros.
Hasta hace unos días, que nuestra querida abuelita decidió no levantarse más de su camita y decirnos "nos vemos pronto".
Gracias por cada paseo de paz a tu lado, por cada mirada de complicidad, espéranos arriba, que algún día volveremos a pasear todos juntos, esta vez en el cielo de los perros.