PETRA, la gordita de los gorditos.
Petrita, así la llamabamos algunos, pasó cuatro años de su vida en un refugio esperando su oportunidad mientras sus caderas iban resintiendose poco a poco. Cuando caminaba, mitad de su cuerpecito iba por un lado y el otro por otro, pero jamás se quejó. Más tarde se le detectó un tumor inoperable debido a su edad, en sus cuartos traseros. Así pasó su último año, desapercibida ante los ojos de los visitantes o con caras de extrañeza, luchando cada día por seguir viviendo y porque su rutina no cambiara. Rodeada de cachorros, siempre tomando el sol en la terraza de Karmen.
El viernes día 10 de agosto, Petra ya no era Petra, apenas se levantaba, no veía, no quería luchar más, se había rendido ante una vida injusta con ella, se había rendido de esperar esa oportunidad, se rindió en la clínica veterinaria donde tantas y tantas veces la trataron. Se rindió en los brazos de Karmen, su salvadora, su familia, la única persona que paró en aquella carretera y le dio 4 maravillosos años de vida más rodeada de cariño, amor y montones de golosinas.
Sin duda Petrita será dificil de olvidar, no será lo mismo llegar todos los domingos y que ella no salga a hurgarnos la bolsas y las mochilas, no será lo mismo que en las reuniones no esté a tus pies vigilando cada movimiento de tu mano.
Serás una estrella más de esas maravillosas noches iluminadas que velan Apanot.
"Y les decimos hasta luego, porque sabemos que volveremos a encontrarnos en otro momento, porque los seres que se aman nunca se pueden separar del todo."