LEER ANTES DE ADOPTAR

Desde el refugio APANOT te rogamos que, si quieres tener un animal de compañía, en vez de ir a comprarlo a una tienda o un criadero mejor te vayas a un refugio o a una perrera y lo adoptes. En estos sitios hay perros y gatos de todas las edades, y también de pura raza (los abandonan y maltratan igual, después de haber pagado por ellos), si es que te empeñas en este punto. Pero pagar por un animal, hoy en día, no es necesario. Mejor ahorra ese dinero para invertirlo en lo que él necesita, no en comprarlo.

De todas formas, hay algunas preguntas que debes hacerte antes:

¿Por qué quieres un animal de compañía? Parece mentira que tan poca gente se haga esta pregunta "antes de". No hay error más grande que adoptar un animal sólo "porque lo piden los niños" u otros motivos igual de irresponsables. Hay que tener en cuenta lo gordo: el gasto que supone en dinero y tiempo, las preocupaciones, el atenderlo debidamente en todos los aspectos (físicos y psicológicos), y el hecho de que viven entre 10 y 20 años. Has leído bien, muy bien. Plantéate el tema como "un gran marrón" que se te viene encima, y a partir de ahí busca las razones que te puedan llevar a decir que sí. Es lo mejor, sobre todo para el animal.

¿Tienes tiempo para él? Los animales de compañía son para acompañarnos y para estar acompañados, de ahí el nombre, "de compañía" (pero mutua). Por tanto, estar cansado, enfadado, etc. no sirve como excusa. Hay que atenderlos, ponerles la comida y el agua, sacarlos (si son perros), llevarlos a hacer ejercicio, pasar un rato con ellos... y eso cada día, durante todos "sus" días. Mira bien tu agenda de los próximos años o tu rutina diaria antes de coger al animal, porque acabará en un refugio (con suerte) cuando te agobies. La frase "no podemos atenderle debidamente" es tan habitual como lamentable, y es la coletilla favorita del 70% de los intentos de abandono.

¿Puedes mantenerlo? No te pienses que el animal se sustenta del aire, y que sencillamente "está" ahí. Mantener a un animal de compañía cuesta dinero, no tanto para tener que pedir un crédito bancario, pero sí lo suficiente como para que se incluya en la partida de gastos fijos de la casa: Gastos seguros: microchip, censo, alimentación, vacunas, correas y collares, esterilización (este gasto te lo sueles ahorrar si lo adoptas en un refugio), juguetes, elementos de higiene, desparasitadores (interno y externo). Gastos posibles: adiestramiento, atención veterinaria por accidente o enfermedad, residencia, etc

¿Te ves capaz de afrontar cualquier problema? Volviendo a que el animal no se limita a "existir" ahí, se presentarán una serie de incidentes relacionados con él que debes estar dispuesto a asumir: que un día vuelva a casa lleno de pulgas, que destroce algún mueble si no está educado, emergencias de salud, etc. Como no eres de "esos" que de inmediato despachan al animal a la calle, carretera, perrera o vida eterna, si no has tenido perro o gato antes, debes informarte lo mejor posible sobre estas cosas. Por cierto, por si no lo sabes, y porque hay quien ha abandonado un animal por uno de estos dos motivos, te informamos de que: Suelen hacer caca una vez al día, no una vez a la semana. Sueltan pelo (menos los "calvos": Crestado Chino, Peruano Desnudo, Sphinx).

¿Puedes tenerlo donde vives? Un perro viviendo en un jardín o patio, en plan vigilante de seguridad solitario que ve a su dueño una vez al día o a la semana cuando le trae una perola de pienso y un cubo de agua, es un animal condenado a padecer muy graves alteraciones de conducta, y por ello está considerado como maltrato por muchas leyes. Aclarado esto, antes de ir a recoger al animal, e incluso antes de empezar a buscarlo, pregunta si donde vives se admiten animales o si hay alguna restricción al respecto (perros no pero gatos sí, etc.).

¿Tu ritmo de vida es adecuado para este animal? Aquello tan manido de "perro pequeño porque tengo piso pequeño" vale más que lo pongas en el baúl del olvido. El tamaño del animal no es un buen criterio para elegirlo, sólo una variante a considerar, pero no en relación al tamaño de la vivienda. Puedes pensar en un perro muy pequeño, o en un gato, si viajas mucho y quieres asegurarte de que pueda ir en cualquier medio de transporte, pero no "porque vivo en un estudio". Además, hay otra cosa: en general, el perro cuanto más pequeño más movido (y ladrador cuando se agobia), y cuanto más grande más tranquilo y más calladito. Al pequeñajo tendrás que sacarlo a pasear muchas más veces para que se "descongestione". Si va a estar contigo gran parte del día, adopta el que quieras, pero si debe pasar tiempo en casa no mires el peso, mira el "talante". Tú y el perro debéis adaptaros el uno al otro, y lo mejor es empezar con buen pie, que los problemas ya llegarán solos.


¿Es ahora un buen momento? No siempre es un buen momento para asumir la responsabilidad del animal en casa. Y no sólo por motivos económicos, así que piénsalo muy fríamente, porque hay algunas circunstancias que aconsejan esperar un poco: Tienes niños menores de seis años Estás estudiando y vas cambiando de sitios Estás en la Administración, el ejército u otro cuerpo que supone traslados Por tu trabajo ahora viajas mucho Anímicamente no estás en tu mejor momento En casa no hay acuerdo general, o el ambiente familiar no es del todo relajado porque hay problemas en la convivencia… La tenencia responsable también implica el inicio responsable de la convivencia, no lo olvides

¿Ya has pensado en las vacaciones? Si no puedes llevártelo cuando te vas de vacaciones o de fin de semana, piensa que si es un perro no puedes dejarlo sólo en casa (el gato es más "factible"). Cuenta con que familiares o amigos tendrán que hacerse cargo de él, o bien tendrás que pagar una residencia.

¿Vas a ser responsable? Piensa que la ley te obliga a determinadas cosas, y la conciencia a determinadas otras. Legalmente debes necesariamente inscribirlo en el censo de tu ciudad, ponerle el microchip, brindarle la atención veterinaria necesaria y mantenerlo en condiciones dignas (está prohibido tenerlos atados todo el día). En conciencia, debes esterilizarlo y procurarle un ambiente de vida realmente integrado dentro de la familia, darle una dieta sana, facilitar que haga ejercicio físico y simplemente quererlo.


La historia de MAJU

Susana Casimiro, la mamá de acogida de nuestra pequeña, nos cuenta... 


La historia de Maju


"Esta preciosa perrita de pelo negro y mirada triste es MAJU. Fue rescatada de la calle por APANOT en el mes de abril junto con su camada de seis cachorritos, con tan solo tres días de vida. Tres de ellos murieron en la protectora al poco tiempo de llegar, y en el mes de junio los otros tres con su mami vinieron a casa para poder darles la seguridad, higiene y bienestar que necesitaban, requisitos que, desgraciadamente, no reúne una protectora para cachorros tan pequeños. Los tres crecieron bajo la constante mirada de su mami, y tras varios ingresos por recaídas de salud, por fin salieron en adopción. Hoy se encuentran con tres familias maravillosas que los adoran.  

MAJU se quedó en casa a la espera de una oportunidad también para ella. Ha conseguido vencer sus grandes miedos a las personas pues, a su corta vida, desgraciadamente no tropezó sino con desalmados que le propinaron repetidas palizas y malos tratos constantes.

Cuando llegó a casa se escondía de todos, le aterrorizaban los movimientos bruscos, las voces altas, el sonido de cerrar las puertas, de mover sillas... le tenía miedo a todo. Cuando la ibas acariciar sin que ella lo presintiera, se ponía panza arriba y se dejaba orinar, un dolor y un sufrimiento verla asi...  

Pero poco a poco MAJU ha ido recuperando la confianza en las personas, ya se acerca si la llamas, te busca para que le des cariño, para que la acaricies, la beses, salta de alegría cuando abres la puerta de casa y te ve llegar, un gran cambio en el que se ha esforzado mucho y el cual se merece un hogar definitivo donde pueda demostrar que quiere tanto al ser humano que ha conseguido perdonar y olvidar a la vez que también se merece una familia que le siga proporcionando esa seguridad y confianza que cualquier animal necesita. 

MAJU tiene sobre unos dos años, pesa 10 kilos, está esterilizada, se entrega con contrato de adopción y chip y necesita una famlia responsable, que sepa quererla y disfrutarla. Mi familia y yo, como casa de acogida, podemos decir que tenemos una mezcla de sentimientos, pues nos ha robado totalmente el corazón.  

Si quieres adoptar a MAJU, ponte en contacto con apanotenerife@hotmail.com o directamente conmigo 677 51 68 01. Gracias y saludos!"



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