VALI, un paso fugaz por el refugio. ¡¡ADOPTADA!!
"VALI". Amadrinada por Carmen Armas y Australopiteca Siete.
La pequeña VALI ha sido vista y no vista...
Tan sólo un mes y medio ha tardado en enamorar a una familia y en despedirse de APANOT, que para ella, al igual que debería ser para todos, un lugar de paso hacia la felicidad.
Pero no sólo enamoró en este corto espacio de tiempo a una familia. En APANOT despertó muchos sentimientos, y fueron muchas las noches que compartió colchón y sueños con una voluntaria, cuyos corazones sabemos que cada una se ha llevado robado de la otra...
Nuestra pequeña, mitad nata, mitad chocolate, no necesitó mucho para dejar huella, y es que a veces surgen lazos casi inmediatos que, sin buscarlos, atan para siempre y se agarran a nuestros corazones, donde seguirán durmiendo plácidamente como antes de partir hacia su nuevo hogar, y hacia una felicidad PARA SIEMPRE.
Podría parecer que VALI apenas se notó que estuvo en el refugio. Era muy pequeña y demasiado noble, y hacía muy poco ruido, pero su grandeza no estaba en su cuerpo menudo, sino en un corazón que nació para repartir todo lo bueno que tenía en su interior.
Desde hoy, pequeña VALI, no empieza tu felicidad, sino que continúa...
Tan sólo un mes y medio ha tardado en enamorar a una familia y en despedirse de APANOT, que para ella, al igual que debería ser para todos, un lugar de paso hacia la felicidad.
Pero no sólo enamoró en este corto espacio de tiempo a una familia. En APANOT despertó muchos sentimientos, y fueron muchas las noches que compartió colchón y sueños con una voluntaria, cuyos corazones sabemos que cada una se ha llevado robado de la otra...
Nuestra pequeña, mitad nata, mitad chocolate, no necesitó mucho para dejar huella, y es que a veces surgen lazos casi inmediatos que, sin buscarlos, atan para siempre y se agarran a nuestros corazones, donde seguirán durmiendo plácidamente como antes de partir hacia su nuevo hogar, y hacia una felicidad PARA SIEMPRE.
Podría parecer que VALI apenas se notó que estuvo en el refugio. Era muy pequeña y demasiado noble, y hacía muy poco ruido, pero su grandeza no estaba en su cuerpo menudo, sino en un corazón que nació para repartir todo lo bueno que tenía en su interior.
Desde hoy, pequeña VALI, no empieza tu felicidad, sino que continúa...
¡A SER FELIZ!