Hasta luego COUDY

Aunque a veces no consigamos que nos salgan las palabras y mucho menos para una despedida, no mereces menos que un homenaje después de una vida de lucha e injusticia.
Llegaste a Apanot literalmente arrastrándote, la desnutrición y el estado de inanición en el que te encontrabas no te permitía caminar, pero no te rendiste hasta que llegaste al refugio donde sabías que estarías tranquilo y te cuidarían.











Eras un abuelete gruñón y cascarrabias con otros machos, sólo querías ser el único, el protagonista, el rey de las nenas. Muy poca gente se fijó en ti, ¿quién querría un abuelete enorme y descuidado?. Muchos fuimos los que te quisimos y nos preocupamos por conocerte. Te encantaba salir a pasear tranquilote por el monte, sin prisas, mientras lo olías todo, las flores, los árboles…  Sentarse contigo era un placer y más cuando te tirabas al lado para recibir caricias, escuchar palabras bonitas y mirarnos con tu ojito bueno, ya que el otro no era muy de fiar. Redi fue una gran compañera, tu mejor amiga, se pasaba el día mordiéndote las patitas, dándote besos y haciéndote rabiar jugando a todas horas aunque tú quisieras descansar.


Comenzaste el 2014 dejándonos ver que algo no iba bien.  El frío comenzaba hacer estragos en tus huesitos, un tablón de madera no era digno de un señor, el cemento no quedaba excesivamente bien para tus aposentos y el pienso era muy pobre para lo que merecías. A finales de febrero ya no querías salir de la jaula, empezabas a preocuparnos y quisimos buscar la última oportunidad poniéndote como perro de la semana. Aunque no las teníamos contigo, la magia es así y aparecieron ELLOS, tu familia.
Sabían que eras mayor pero no les importó, te cuidaron como nunca y te mimaron todo lo posible y más. Nunca pensamos que en tan poco tiempo pueda quererse tanto a un animal pero Geovanna y su hermano se enamoraron de ti. Todo el barrio ya te conocía, te saludaban y se preocupaban por tu estado de salud, sin duda eras la sensación y el protagonista de las noticias. Ver tus fotos en una cama, rodeado de tus hermanas perrunas y de cariño empezaron a acostumbrarnos a ver la buena vida de Coudy, el gran oso apanotero.
La mala vida comenzó a pasarte factura y aunque los cuidado tan especiales de tu familia te hacían feliz, no podían evitar lo inevitable. Hoy hemos tenido que despedirnos de ti y francamente, ha sido duro para todos. Tu familia te adoraba y están treméndamente orgullosos de que iluminaras sus vidas, nosotros te echaremos de menos y seguiremos maldiciendo la injusticia de que esa felicidad no te durara más tiempo.

Hicimos lo imposible y en estos 3 meses descubriste lo que significaba vivir y ser feliz, al menos te fuiste tranquilo y con quien te quería a tu lado.
Hasta luego Coudy, gracias por esos paseos inolvidables a tu lado.
Día de la Madre, Coudy y sus hermanas.

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