Hasta luego RUFO
Se llamaba RUFO y a él si llegamos a conocerle un poco más, días, los suficientes para saber que el abandono de su familia lo mató de tristeza.
Hace unos días contábamos la historia de una familia a la que se le había quemado la casa, unos hermanitos que murieron entre las llamas y un perrito que sobrevivió a todo aquello. ¿De qué sirvió si su familia se cambió de casa y a él lo dejaron en un refugio.
RUFO permanecía en la zona de recién llegados, junto a los abueletes, metido debajo de un sillón o de una caseta, todo el día echado, quizá con la esperanza de que volvieran a buscarle y sólo fuera temporal
Hicimos lo imposible para ganarnos tu cariño y algún lametazo nos ofreciste, pero ya está, no pudimos hacer más. Tu salud se agravó de manera considerable y estamos convencidos de que la tristeza fue el principal motivo.
Lo sentimos RUFO, sentimos no saber explicarte que no todo el mundo es igual, que hay gente que quiere y lo hace de verdad, que no te abandona y lucha por la felicidad de todos los miembros de la familia, porque los de 4 patas son muy importantes.