¿QUIÉNES SOMOS?

APANOT es una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a la recogida, rehabilitación y reinserción de animales abandonados o maltratados, entre otras labores, en el municipio de Icod de los Vinos, Tenerife.

Llevamos más de 20 años desempeñando esta labor afincados en Llanito Perera. Un enclave natural con un paisaje privilegiado que nos permite disfrutar la de naturaleza en compañía de nuestros peludos

Nuestra asociación se compone íntegramente de gente voluntaria que dedica su tiempo libre, ilusión y esfuerzo para sacar a estos animales adelante. Colaborando de manera activa en este y otros proyectos de protección animal.

Contamos alrededor de 150 animales entre perros y gatos en nuestras instalaciones siendo un “Refugio Sacrificio Cero”. Ningún animal que entre en nuestras instalaciones será sacrificado bajo ningún concepto a no ser que, un veterinario o un etólogo lo determine por causas de fuerza mayor.



CONDICIONES DE ADOPCIÓN

Todos nuestros animales se dan en adopción de la siguiente forma:

- CONTRATO DE ADOPCIÓN: En él, te responsabilizas del animal, de todo tipo de cuidados y de que en caso de cualquier modificación te pondrás en contacto con el refugio.

- PAUTAS DE VACUNACIÓN Y DESPARASITACIÓN COMPLETAS.

- CHIP IDENTIFICATIVO OBLIGATORIO.

- ESTERILIZADOS. En caso de ser un animal de edad inferior, se firmará compromiso para la realización de la cirugía en una de las clínicas adheridas. (Incluido en cuota de adopción).

- SEGUIMIENTO DE ADOPCIÓN. El adoptante estará en contacto con el refugio para informar del estado del animal dando el consentimiento de este.

- DONATIVO. Cuantía de 100€ en concepto de costes veterinarios.

En caso de que el animal esté considerado PPP (Potencialmente Peligroso) por su raza o características físicas, deberá salir con Licencia Obligatoria y Seguro de Responsabilidad Civil a cargo del adoptante.

Previamente se debe rellenar un cuestionario de adopción para que el personal del refugio valore la adopción.


OTO...¡¡adoptado!!

"OTO". Apadrinado por Elsa Hernández, Natalia Torres Gil, Carlos González y Virginia Lorenzo.

OTO, nuestro querido abuelete de la voz ronca, ese que siempre nos esperaba moviendo su rabito y, en cuanto abríamos la puerta, iba corriendo a su colchón para recibir sus mimos de buenos días y esperar pacientemente a que sacaramos a todos sus compañeros.

Nuestro precioso OTO, quien conseguía engañar a todos nuestros visitantes haciéndoles creer que era una abuelete con poca movilidad para después aprovechar cualquier oportunidad para irse de picos pardos o robar bocatas de las estanterías.

Nuestro perfecto OTO, ese que un día fue utilizado por algún cazador, de esos a los que se les llena la boca diciendo lo mucho que cuidan a sus perros y después los abandonan como si fueran basura.

Llegó a nosotros en el año 2013, con nueve años a sus espaldas y unas condiciones lamentables, y en nosotros encontró a su familia.

Son muchas las publicaciones, muchas las oportunidades y muchos los intentos que hicimos de encontrar un hogar para OTO; siempre sin respuesta. Estaba claro que el destino de OTO estaba ligado a Apanot.

En noviembre OTO nos daba un susto, era domingo y los paseos transcurrían como cada semana, pero algo no estaba bien en OTO, nuestro abuelete se apagaba, no se movía y no quería comer.

Entonces lo tuvimos claro: OTO no podía seguir allí y nuestro abuelete se fue al lugar en el que mejor podía estar, donde vigilaron cada uno de sus movimientos y supervisaron su estado de salud cada segundo.
Aunque todo empezó como una acogida, se veía venir que esta historia no podía acabar así...

OTO llegó a casa de nuestros voluntarios para demostrar que era el perro perfecto que todos nos imaginábamos, se ha convertido en un perfecto auxiliar de veterinaria, le encanta vigilar a los gatitos y ver como juegan sus hermanas peludas.

Y hoy por fin podemos decir que OTO ha encontrado el hogar que se merecía, un hogar en el que sabemos que pasará el resto de sus días recibiendo calor y cariño.

No encontró antes un hogar, pero llegó a la mejor familia que podría imaginar.

¡¡Que seas inmensamente feliz, querido OTO!!

OTO por fin disfrutó de una Navidades en familia.





Y duerme en un sillón calentito y mullido como él se merece.